Un mes que definirá una época*

por | Abr 5, 2021 | Análisis, Artículos, Perspectivas

Hay meses en los que no ocurre nada y otros que pueden definir una época. Sin duda, marzo de 2021 pertenece a estos últimos. Este mes hemos visto como la Unión Europea y China han puesto sobre la mesa la compleja transición en la que está inmersa su relación. Unas semanas después de entrar en vigor el acuerdo bilateral de protección de indicaciones geográficas, y el mismo día que se publicaba el Acuerdo Global sobre Inversiones (CAI), la Comisión Europea establecía una serie de sanciones a funcionarios chinos por la política de Beijing en Xinjiang. Sin duda la relación entre la UE y China transita desde un vínculo principalmente económico hacia otro de nuevo tipo todavía por definir. En gran medida, esa definición dependerá de que la UE se dote de coherencia en su política. Es difícil, por ejemplo, ser modelo y tener credibilidad si, al tiempo que se formulan críticas a China por su vulneración de los Derechos Humanos, se subrayan los valores compartidos con quién los vulnera cada día en Guantánamo. Por otra parte, la agenda de la Comisión y el Parlamento Europeo son prisioneros de las prioridades de los Estados Miembros en su relación con Beijing. Finalmente, Bruselas debería tener en cuenta que, la China de hoy, no es la misma que aceptó resignada las sanciones en 1989.

China, tras la victoria contra el COVID-19, ha recuperado el calendario habitual para la celebración de las Dos Sesiones. El evento más importante del calendario político chino. Las iniciativas aprobadas aventuran un camino al que obligatoriamente habrá que estar atento en este año de ajuste obligatorio de posiciones. En el plano interior, lo más destacable es la aprobación del XIV Plan Quinquenal siempre con importantes consecuencias para la economía. En la proyección internacional, el equipo de Xi tratará de mantener el rumbo y evitar conflictos en un año -2021- en el que se cumplen 100 años de la fundación del Partido Comunista Chino y, por tanto, es momento de renovar su legitimidad ante la sociedad.

Los empresarios y directivos tienen que estar atentos a las implicaciones para sus negocios y proyectos del nuevo paradigma de desarrollo económico chino: “la circulación dual”, así como la importancia que adquiere la industria agroalimentaria, la innovación o el desarrollo de la energía limpia. En los próximos años, con un contexto marcado por la crisis, China seguirá ofreciendo oportunidades para la internacionalización de las empresas.

Al sur, en el estrecho de Taiwán, la tensión sigue en aumento con, una cada vez mayor, actividad militar en el área pero, siguiendo a Ende, “esto es otra historia, que deberá ser contada en otra ocasión”.

*por Andrés Herrera-Feligreras, socio-director de HERRERA ZHANG

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