Transición al vehículo eléctrico en China: las claves.

por | Mar 1, 2020 | Artículos, Perspectivas | 0 Comentarios

 A menudo, cuando se habla de la República Popular China, se suele colocar en el plano de los países más contaminantes del mundo. Y es cierto, China es uno de los mayores emisores de gases invernadero del planeta, pero es también uno de los países del mundo que más rápido se están colocando en una fase de transición al motor eléctrico que la sitúan a la cabeza de la industria de la automoción. Aquí desvelamos algunas de las claves que nos ayudan a entender por qué está siendo así:

 1- Una estrategia clara que se materializa en leyes que promocionan el motor eléctrico:

China ha realizado una clara apuesta estratégica por el vehículo eléctrico.  A menudo, una de las principales pistas para entender el grado de propaganda o de compromiso de un gobierno con una transición de esta naturaleza está en la legislación del propio país, o en las medidas que se introducen para favorecer la producción o la importación de motores eléctricos. En el caso de China, desde el año 2019, el Gobierno exige a cualquier empresa de automoción, nacional o extranjera, que esté interesada en vender sus productos en la República Popular que dedique una parte de sus ventas a motores eléctricos. De esta forma, se asegura que siempre haya un porcentaje de vehículos de tipo eléctrico en el mercado, con la intención de que ese porcentaje crezca año tras año.

2- La predominancia de ciclomotores eléctricos.

Si ya hay un sector donde la transición al motor eléctrico es ya casi completa, ese es el de los ciclomotores. De todos los ciclomotores eléctricos que, se estima, hay en circulación por el mundo, el mayor porcentaje está en China. Esto se debe a una legislación que facilita el acceso a ciclomotores eléctricos. Y es que los ciclomotores eléctricos que no sobrepasen cierta velocidad, dependiendo de regulaciones de carácter provincial, están englobados en la misma categoría que las bicicletas comunes, de manera que no es necesario ningún tipo de carnet para circular. Eso, unido a la legislación de muchas ciudades que restringen o incluso prohíben la circulación de motocicletas convencionales, ha hecho que los ciclomotores eléctricos sean hoy día una parte intrínseca del paisaje urbano de cualquier ciudad china y adelanten a las motocicletas en cuestión de ventas y popularidad.

 3- Los bajos precios de las baterías eléctricas.

Es uno de los factores que ayudan a que muchos consumidores se estén decantando por el coche eléctrico. Aunque esto no es algo exclusivo de China, sí lo es el hecho de que en el país se produce un altísimo porcentaje de las baterías que existen en el mercado, con predicciones que hablan de una producción por encima del 70% de las baterías eléctricas de todo el mundo en solo unos años, por lo que es indudable que China también está ganando la carrera en el plano de la producción.

 4- Subvenciones para facilitar la exportación.

Este punto entronca directamente con el primer apartado. Y es que, como parte del empuje del Gobierno hacia el vehículo eléctrico, también se está premiando con subsidios a empresas nacionales para favorecer la exportación de vehículos. El ejemplo perfecto está en BYD, una de las marcas de automóviles más conocidas en China, que se ha posicionado como una de las grandes productoras y vendedoras de vehículos eléctricos a escala planetaria, hasta el punto de que está suministrando autobuses eléctricos a muchas ciudades en China, EE.UU y Europa.

En España, fuentes del sector afirman que la movilidad eléctrica de origen chino irá ganando cuota de mercado y, consecuentemente, es previsible que la tecnología e inversiones procedentes de la República Popular ocupe espacios clave en la configuración de la cadena de valor en nuestro país.

Un artículo de: Toni Fernández Palomares