En nuestro artículo anterior, sobre la situación de la economía de China tras el coronavirus, mostrábamos nuestra sorpresa ante el rebote positivo de la economía china tras la reactivación de su actividad económica. Si bien durante el primer trimestre del año se preveía que el país podía entrar en recesión, los números del segundo trimestre ofrecían una situación muy distinta. En este artículo intentaremos esbozar una panorámica para el último trimestre de 2020.
Consumo: lento pero constante crecimiento en ventas al por menor.
Uno de los datos más decepcionantes que arrojó el verano en China fue el registro de una caída en las ventas al por menor, producto de la incertidumbre en las familias que las secuelas post-epidemia están dejando. Sin embargo, el dato de agosto superó las expectativas de los analistas mejorando en medio punto el dato del año pasado. Es de esperar que esta tendencia se consolide de aquí a final de año.
En relación con el consumo, destaca la solidez con la que se presentan los sectores ligados al comercio electrónico, como es el caso de la logística, que sigue contando con una demanda cada vez mayor, por lo que cabe esperar una aceleración en el proceso de migración del consumo hacia las plataformas de comercio electrónico, sobre todo en las provincias del interior.
En cuanto, al siempre referente sector de la automoción, los últimos datos disponibles son extraordinarios teniendo en cuenta la coyuntura. Son ya cinco meses consecutivos en los que este sector registra incrementos en sus ventas. No obstante, esta tendencia al alza podría estar tocando a su fin. Según la CAAM (China Association of Automobile Manufacturers), los datos que se esperan para los últimos meses del año no son tan optimistas, aunque anotan que el índice de ventas de automóviles se mantendrá estable, con especial mención a los vehículos eléctricos.
Exportaciones: predicción al alza
En cuanto a las exportaciones, el titular del análisis del BBVA es claro: las “exportaciones repuntan de nuevo en agosto en el marco de la recesión mundial” llegando al 9,5% en agosto y superando las predicciones que estimaban un crecimiento similar al de julio, según encuestas de la agencia Reuters. Distintas fuentes consultadas coinciden en que todavía es pronto para saber si se trata de un crecimiento circunstancial o si, por el contrario, supone un síntoma de revitalización de las cadenas de suministro mundiales y, en ese caso, una muestra del papel que la República Popular sigue jugando en ellas más allá de discursos sobre la fragmentación de la globalización y el acortamiento de las cadenas de suministro.
Ahora bien, en el capítulo de importaciones -con una contracción del 0,5 interanual en agosto- China no consigue repuntar y continúa en una situación de desequilibrio excesivo, aunque favorable, que podría traer problemas con sus socios comerciales -especialmente con Estados Unidos-. Veremos si en los próximos meses Beijing puede corregir esta situación.
Todo apunta a que China mantendrá en los próximos meses un tono de recuperación pos pandemia que le permitirá situarse en índices de actividad similares a los previos a la crisis. En un contexto marcado por la crisis económica global, la recuperación china se traducirá en oportunidades de negocio no solo derivadas de la reactivación económica, sino también porque ya lo ha señalado el Partido, se apostará, en los años sucesivos, por el desarrollo de su mercado interior.
Autores:
Antonio Fernández Palomares Andrés Herrera-Feligreras