El pasado jueves, 16 de julio de 2020, el Gobierno de la República Popular China hizo públicos sus datos de económicos trimestrales. El documento arroja una fotografía sobre el estado actual de la economía china a través del análisis de la evolución registrada durante el segundo trimestre del año. Una evolución marcada por el crecimiento y que arroja datos que han sorprendido a la prensa y a los analistas internacionales. Consideramos que, aunque en estos datos pudiera existir “cocina”, se vislumbra una nueva perspectiva sobre el momento que atraviesa China, despejan el miedo a una recesión técnica que, según numerosos informes y medios, planeaban sobre la República Popular y dibujan, de paso, una serie de predicciones más optimistas para el futuro. A continuación, y tras el análisis de la información suministrada por el Buró de Estadísticas, realizamos cuatro apuntes:
Los sorprendentes datos del PIB
La economía china, como ya analizamos en nuestro anterior artículo acerca de la coyuntura financiera del país, ya estaba creciendo a un ritmo bastante más moderado que en años anteriores durante el año 2019. Esta tendencia quedó subrayada, como consecuencia del coronavirus, con un decrecimiento del 6,8%. Sin embargo, tal y como han quedado reflejados en los informes semanales sobre la evolución del COVID-19, publicados por el Servicio de Proyección Internacional, los distintos indicadores han ido mejorando en paralelo a la reapertura de la actividad económica. Con todo, la predicción generalizada sobre el crecimiento del PIB Chino lo situaban por debajo del 3% interanual, siendo las previsiones más optimistas las que se acercaban al 2,5%. Sin embargo, el Gobierno de China ha revelado en su informe que el país ha crecido un 3,2% interanual.
Estos datos, además de alejar los fantasmas de la recesión a medio plazo, son importantes porque señalan a las empresas un mercado en recuperación hacia el que poder dirigir sus productos -a pesar del impacto de la pandemia durante el primer trimestre del año- y a las Administraciones públicas, al mismo tiempo, la importancia de cohabitar con la covid-19.
A pesar de este marco positivo, hemos observado como medios y agencias de comunicación de comunicación -por ejemplo la distribuida por EFE y replicada por distintos periódicos- están situando el acento informativo en el dato de la caída de un 1,6% interanual -también ofrecido por el Buró Nacional de Estadísticas- creando un paisaje que, sin aportar información falsa, podría no reflejar la realidad en su conjunto. En este sentido, queremos insistir en la importancia de que empresas y directivos articulen canales de información fiables que les ayuden a comprender mejor la situación en el Mundo Chino y les permitan así tomar buenas decisiones en el futuro.
Crecimiento de la venta on-line de bienes de consumo
Un aspecto que las empresas navarras deberían tener muy en cuenta, sobre el que nos informa el Buró Nacional de Estadísticas de China, es el crecimiento del comercio electrónico. Este sector, ya de por sí muy importante en la China de hoy, se ha visto empujado por el confinamiento en esta primera mitad de 2020. Específicamente, el Buró Nacional de Estadísticas de China señala que, por ejemplo, las ventas de bienes físicos de consumo por internet han crecido en los dos últimos meses un 14,3%, 8,4 puntos porcentuales más que durante los primeros cuatro meses del año, representando nada menos que el 25,2% del total de ventas al por menor. El crecimiento general de las ventas online de bienes de consumo ha sido del 7,3%, lo que, sumado al descenso de la venta física, viene confirmando la tendencia general en los modos de consumo en tiempos de epidemia.
Importaciones y exportaciones por encima de las expectativas.
Si hay algo que sorprende de todo esto, eso es, sin duda, los datos que ofrece el informe relativos a importaciones y exportaciones. Con la demanda exterior bajo mínimos, y siendo uno de los problemas más preocupantes hoy en la industria, el Gobierno chino ha anunciado que la caída en exportaciones e importaciones se ha suavizado en los últimos dos meses con respecto al primer cuarto del año, en concreto, con una caída del 3,2%, más de 3 puntos de moderación con respecto a marzo.
Estos datos revelan, a nuestro juicio, dos aspectos que todo directivo debe tener en cuenta en su mirada hacia China. En primer lugar, nuevamente, la importancia de contar con un buen sistema de información al margen del “ruido mediático” y, aún más importante, considerar la relativa importancia del mundo occidental en las cadenas de suministro y mercados de China en un siglo que, como ya adelantamos en nuestro informe de la semana del 8 de junio, con la pandemia ha demostrado ser más asiático que nunca. En este sentido, China y Taiwán se convierten en plataformas ideales para otros mercados del área.
Cocinero, cocinero…
Dicho todo lo anterior, creemos conveniente llamar la atención sobre algunos elementos:
- Los datos arrojan una recuperación de la inversión industrial y un crecimiento manufacturero sólido (a pesar de que las empresas no han recuperado el 100% de capacidad). Sin embargo, el consumo interno no termina de despegar, el gasto por consumidor siguió en números rojos por sexto mes consecutivo, aunque es cierto que el dato de las ventas al por menor mejoraban respecto a mayo.
- El sector servicios ha manifestado durante todo el primer semestre -especialmente hasta abril/mayo- contracciones en términos de ingreso y carga. Lo mismo con el tráfico de pasajeros donde el Ministerio de Transportes indica una nivel en torno al 50% del habitual.
Existe el riesgo de que con la voluntad de dar un dato que sirva de estimulo a la economía global, la dirigencia china se meta en otra batalla sobre su credibilidad. No obstante, después del trabajo de análisis y la consulta de diversas fuentes, consideramos que las bases de crecimiento son sólidas y los datos buenos, especialmente tras la profunda recesión e impacto causados por la pandemia. Desde el punto de vista de las empresas, y dado el oscuro panorama en el área de confort que es la UE o en mercados como América Latina y EE.UU, China se convierte así en una buena opción para sus planes de internacionalización.
Un artículo de: Fernández Palomares y Andrés Herrera-Feligreras