Hace más o menos un mes -los días 22 y 23 de octubre- se celebraba en Lanzhou, capital de la provincia china de Gansu, el II Foro de Cooperación Navarra-Gansu. Se cerraba así una primera etapa -marcada por la relación institucional- para abrir una nueva en la que se espera una mayor participación de la sociedad civil, y particularmente en los sectores de renovables, automoción, turismo y agroalimentación.
La relación de Navarra con Gansu es fruto de un planeamiento estratégico, un planeamiento que deriva del Plan de Internacionalización de Navarra (PIN3), que señalaba China como un mercado prioritario. A partir de esta prioridad, se ha diseñado una serie de líneas de acción que tienen por objetivo proyectar Navarra, su sociedad, economía y conocimiento en el Mundo Chino (中華).
En anteriores espacios ya he tratado sobre el inicio de la relación con Gansu o sobre cómo el Camino de Santiago y la Ruta de la Seda constituyen un patrimonio intangible sobre el cual poder construir un diálogo fructífero para ambas partes. Me gustaría aprovechar este nuevo espacio sobre el mercado chino, que el Servicio de Proyección Internacional facilita a las empresas navarras, para señalar algunos aspectos que ponen en valor la apuesta navarra por China.
Cuando en su momento abordé el modelo de relaciones entre España y China concluí, entre otras cuestiones, que éstas estaban sometidas a un enfoque reactivo y fuertemente economicista. No entré en aquel momento, aunque también podría haberse tratado, en la falta de coordinación entre las distintas comunidades autónomas y el Estado. En ese sentido, la apuesta estratégica realizada desde Gobierno de Navarra es -aunque impulsada desde Desarrollo Económico- una estrategia diversificada que aspira a involucrar, desde su primera hora, a otros departamentos e instituciones como las universidades o los ayuntamientos, empezando, claro está, por el de Pamplona y su relación con Jiayuguan.
Esta apuesta estratégica recoge en su agenda gran parte de las recomendaciones de diversos expertos sobre las relaciones entre España y China, tal y como se reconoció en el foro «Los enfoques de China y Europa en una nueva era de desarrollo” celebrado en Valencia y coorganizado por la Academia de Ciencias Sociales de China y Casa Asia y está alineada con las recomendaciones que recoge el Real Instituto Elcano sobre las Relaciones España y China.
Se entiende así una relación entre Navarra y China que va de menos a más. Con una participación crítica por parte del Gobierno de Navarra para facilitar el diálogo entre actores públicos y privados, estatales y regionales, para proyectar la Comunidad Foral en el Mundo Chino pero también para mejorar la comprensión de aquella parte del planeta y de su diáspora que convive en nuestros municipios.
La reciente visita, organizada en cooperación con el ICEX, para que una importante delegación de China EV100 conociera el ecosistema navarro, es también fruto de esta visión que contempla las relaciones con el Mundo Chino como un todo, un esfuerzo que cada día suma más organizaciones y empresas.
Precisamente, en esa idea de aumentar las oportunidades de las empresas en los mercados de China y Taiwán, el Servicio de Proyección Internacional ha puesto a su disposición una ventanilla de información y asesoramiento donde las empresas pueden hacer gratuitamente sus consultas, así como una web especializada con información sobre distintos aspectos que preocupan a empresarios y directivos. Se trata de combatir el desconocimiento, uno de los principales problemas existentes para abordar este mercado no tan lejano ni tan difícil (en comparación con mercados como los latinoamericanos, por ejemplo) según el Banco Mundial.
El periodo 2017-2019 ha servido para poner los cimientos de la estrategia navarra hacia China. Los próximos años deberían servir para consolidar la apuesta. Dos legislaturas consecutivas apostando por situar Navarra en el escenario central -Asia Pacífico- de la economía mundial. Una apuesta de Territorio, así, en mayúscula.
Un artículo de: Andrés Herrera-Feligreras